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lunes, 20 de febrero de 2017

Sígueme la corriente

TÍTULO: Sígueme la corriente

AUTORA: Megan Maxwell

EDITORIAL: esencia

FORMATO: Rústica

NÚMERO DE PÁGINAS: 474

FECHA DE PUBLICACIÓN: abril 2015

SINOPSIS:

Tony Ferrasa es un guapo, adinerado y exitoso compositor de música puertorriqueño. No hay mujer que se le resista y que olvide con facilidad su mirada verde y leonina.

Ruth es una joven que con apenas veinte años tuvo que hacerse cargo de su hermana recién nacida y de un hermano delincuente. Cuando parece que por fin consigue encauzar su vida, las cosas se tuercen de nuevo y huye, sin saber que está embarazada.

Para sacar adelante a su familia acepta cualquier trabajo digno que se le presente, y así Tony y Ruth acaban conociéndose en una fiesta en la que ella sirve como camarera. A partir de entonces, como el destino es tan caprichoso, se encuentran en diversas ocasiones, y a pesar del interés que él le demuestra, ella se mantiene fría e indiferente.

Poco a poco ambos se van enganchando a una no-relación que acaba por desvelarles que lo que sienten el uno por el otro es mucho más intenso de lo que están dispuestos a admitir. Intentan alejarse, pero cuanto más empeño ponen en ello, menos lo consiguen y más fuerte se hace la atracción.

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No es la primera vez que me encuentro con una novela de Megan Maxwell, pero sí será la última o la penúltima (creo que aún me queda algún regalillo literario en casa) que la lea.

Sígueme la corriente es una novela encuadrada en el género Chicklit y en la que los tópicos románticos redundan hasta la pesadez. Empezando por el título, "Sígueme la corriente", una frase que la autora introduce a calzador en varias partes del libro para darle sentido pero que, en realidad, no aporta nada y se nota la forma forzada en la que aparece en la novela.


Ella sonrió y, al ver acercarse a su jefe, le preguntó a Tony.
-¿Realmente me quieres ayudar? -Él asintió y ella, olvidándose de formalismos, añadió -: Entonces, ¡Sígueme la corriente!


Los personajes, tanto principales como secundarios siguen un patrón también repetido por la autora en casi todas las novelas que ha escrito de este género.

Ruth, la protagonista, es una "superwoman" joven, bonita y capaz de sacar a adelante a una familia numerosa compuesta por la friolera de mellizos y una medio hermana a la que considera como una hija más. Con el esfuerzo máximo de ser una multiempleada en restaurantes y bares nocturnos, esta joven es capaz de llevarlo todo sin resentirse... Muy creíble todo (nótese el tono irónico).

Recibe, para compensar todo este sacrificio, la ayuda de una pareja gay, amigos de confianza y la historia se centra en el enamoramiento súbito y profundo de un guaperas, ricachón y con un increíble talento para la música.


-¿También trabajas aquí? -preguntó.
Al oír eso, Ruth lo miró, y al instante recordó aquellos increíbles ojazos. ¡El guaperas! Pero sin querer demostrar que lo había reconoció, evitando así que él se sintiera especial, preguntó:
-Perdón, ¿nos conocemos?


Con estas fichas tan predecibles, el juego está en marcha aunque ya todos sepamos de antemano quién ganará la partida desde el comienzo.

Unos cuantos encuentros casuales serán el pistoletazo de salida para una relación que a priori parece imposible, pero con la que todas soñamos en algún momento: el poderoso príncipe/compositor que se acaba enamorando perdidamente de la humilde campesina/camarera.

Además de la importancia de la música, que envuelve la novela con constantes referencias a canciones, así como momentos musicales de relevancia, el pasado también marca un hito importante en la vida de nuestros protagonistas:

Ruth tiene tres hijos que cuidar y fruto de una familia desintegrada y de una relación tormentosa con un ex que encarna todo las características básicas del "malvado de la peli". Este pasado le hace desconfiar de todo y todos aquellos que se acercan a ella y más si quieren entrar de alguna manera en su vida.


-Si algo odio en esta vida es a listillos graciosetes como tú -siseó molesta. Te crees guapo, triunfador y piensas que todas las que miremos tus hermosos ojitos claros caeremos rendidas a tus pies babeando, ¿verdad?. Pues mira, no. Los guaperas como tú a mí no me impresionan. ¡Hace años me puse la vacuna antiguaperas!


Tony también arrastra un pasado pero, a diferencia de Ruth, es mucho más light, más... de revista. Sus triunfos como compositor unidos a su innegable sex a peal  han hecho de él un seductor nato. Tony siempre lo ha sabido y se ha aprovechado de ello cuanto ha podido,  creándose una fama de Don Juan que lleva consigo a donde vaya.


En ese momento, vieron llegar a Tony. Como siempre, estaba guapísimo, se pusiera lo que se pusiese. En esa ocasión llevaba unos vaqueros oscuros y una camisa azulina que le quedaba de maravilla.
Tony era música, virilidad, movimiento, sexo, locura. Todas lo sabían y Valeria, tras suspirar, cuchicheó:
-A este sí que le hacía yo un favor detrás de otro.


La pasión entre Tony y Ruth fluirá a pesar de la reticencia inicial de ella y la picardía con las mujeres de él. De esta forma comenzará una especie de montaña rusa de emociones en la que ellos irán en el primer vagón, pero no estarán solos. En el viaje les acompañarán todos aquellos amigos y familiares que, de una manera u otra, influirán en la relación.

La familia Ferrasa, formada por su padre y otros hermanos guapos y ricachones como Tony, así como sus respectivas parejas también intervendrán en el día a día de nuestros protagonistas. Así como la familia de Ruth. Tanto sus hijos, convertidos en terrible secreto, como sus amigos serán fundamentales para el devenir de los acontecimientos que vivirán los recién enamorados.

Pero como toda montaña rusa, habrá momentos álgidos cargados de erotismo y pasión, a veces demasiado explícita y fuera de lugar, desde mi punto de vista lector, y otros momentos de auténtica hecatombe sentimental donde los celos y la desconfianza les jugarán más de una mala pasada.

La historia se hace larga y tediosa, cuando debería ser algo bonito y entrañable, que es lo único que se le pide a este tipo de novelas románticas, en la que disfrutas de momentos divertidos y románticos. En este caso, la novela se encuentra tan plagada de tópicos y hay momentos tan forzados, literariamente hablando, que no acabas de adentrarte en la historia y si en este tipo de novela no formas parte de ella, acaba siendo un tostón.

Otro factor que achaco a mi fracaso lector con Sígueme la corriente, ha sido esa especie de machismo encubierto que, a mi parecer, representa el personaje masculino de Tony Ferrasa. Un hombre posesivo con su pareja y extremadamente celoso. Una característica que marca la relación de los dos y, desde mi punto de vista, hace que una mujer a priori fuerte, se convierta en vulnerable y ávida de  una protección que solo puede encontrar entre los poderosos brazos del sexo masculino.


Es mi trabajo Tony, convéncete de...
-No, convéncete tú de una santa vez de que eres mi novia e intenta entender lo que te digo. Ahora sé por qué trabajas tanto y déjame decirte que, estando a mi lado, tus necesidades y las de los niños están cubiertas y...

Esta especie de sumisión está pasada de moda y convierte este cuento de hadas postmoderno en  algo poco recomendable.

Sígueme la corriente no sorprende ni cautiva. Es una novela sosa y cargada de clichés. Una historia demasiado larga y con un final, no solo predecible, sino irreal y poco imaginativo, como el resto de sus páginas.


AUTORA:

Megan Maxwell es una reconocida y prolífica escritora del género romántico. De madre española y padre americano, ha publicado novelas como Te lo dije (2009), Deseo concedido (2010), Fue un beso tonto (2010), Te esperaré toda mi vida (2011), Niyomismalosé (2011), Las ranas también se enamoran (2011), ¿Y a ti qué te importa? (2012), Olvidé olvidarte (2012), Las guerreras Maxwell. Desde donde se domine la llanura (2012), Los príncipes azules también destiñen (2012), Pídeme lo que quieras (2012), Casi una novela (2013), Llámame bombón (2013), Pídeme lo que quieras, ahora y siempre (2013), Pídeme lo que quieras o déjame (2013), ¡Ni lo sueñes! (2013), Sorpréndeme (2013), Melocotón loco (2014), Adivina quién soy (2014), Un sueño real (2014), Adivina quién soy esta noche (2014), Las guerreras Maxwell. Siempre te encontraré (2014) y Ella es tu destino (2015), además de cuentos y relatos en antologías colectivas. En 2010 fue ganadora del Premio Internacional Seseña de Novela Romántica, en 2010, 2011, 2012 y 2013 recibió el Premio Dama de Clubromantica.com y en 2013 recibió también el AURA, galardón que otorga el Encuentro Yo Leo RA (Romántica Adulta).

Pídeme lo que quieras, su debut en el género erótico, fue premiada con las Tres plumas a la mejor novela erótica que otorga el Premio Pasión por la novela romántica.

Megan Maxwell vive en un precioso pueblecito de Madrid, en compañía de su marido, sus hijos, su perro Drako y sus gatas Julieta y Peggy Su.

PUNTUACIÓN: 0,5/5