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martes, 11 de agosto de 2015

El Unicornio

TÍTULO: El Unicornio

AUTORA: Iris Murdoch

EDITORIAL: Impedimenta

NÚMERO DE PÁGINAS: 345

FORMATO: Rústica

FECHA DE PUBLICACIÓN: abril 2014

SINOPSIS:

Cuando Marian Taylor acepta un empleo de institutriz en el castillo de Gaze y llega a ese remoto lugar situado en medio de un paisaje terriblemente hermoso y desolado, no imagina que allí encontrará un mundo en que el misterio y lo sobrenatural parecen precipitar una atmósfera de catástrofe que envuelve la extraña mansión, y nimba con una luz de irrealidad las figuras del drama que en ella se está representando. Hannah, una criatura pura y fascinante, es el personaje principal de ese pequeño círculo de familiares y sirvientes que se mueven en torno a ella como guiados hacia un desenlace imprevisible. Pero Marian no puede saber si ese divino ser es en realidad una víctima inocente o si estará expiando algún antiguo crimen.

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Con un título tan sugerente y una autora totalmente desconocida para mí, era necesario leer la contraportada para hacerse una idea de la trama del libro.
El Unicornio es una novela peculiar, donde el misterio es el común denominador del argumento. Un misterio que envuelve todo lo que Iris escribe y afecta en buena medida a los personajes, a las escenas y al paisaje de la novela, creando una atmósfera casi de cuento de hadas.
Los cuentos de hadas son una base importante para entender , de algún modo, los acontecimientos pasados, presentes y futuros. Pero si le quitamos a esos mismos cuentos la imagen de felicidad que suelen desprender, se quedarán con una base de irrealidad, magia e incluso tenebrismo. 
La realidad esconde sus cartas y los personajes que nuestra protagonista, Marian, conoce son tan misteriosos que a primera vista es imposible de catalogarlos en el lado bueno o en el lado malo de nuestra historia... que acaba de empezar.
Una complejidad que se instala desde el comienzo y que, tanto nuestro personaje guía, la joven profesora Marian Taylor, como el caballero Effingham Cooper, serán los encargados de transmitirnos la historia desde sus dos diversos enfoques, aún no siendo ellos mismos los verdaderos protagonistas de la historia, pero nos servirán de ventana por donde observar la vida monótona en la que se sume los personajes de ese lúgubre castillo donde Marian irá a parar.
La señorita Taylor es una humilde profesora cuyo interés en cambiar radicalmente su vida le hace aceptar una oferta de empleo como institutriz en un castillo situado en el confín del mundo, o eso le parece a ella cuando descubre que el castillo de Gaze es en realidad una mansión situada en lo alto de un acantilado y perdida en medio de un inmenso páramo. La casa vecina está relativamente cerca, pero ambas se encuentran apartadas del pueblo más cercano por varios kilómetros de distancia.
Una distancia que se acentuará en el corazón de la joven conforme vayan transcurriendo diversos acontecimientos. Unos hechos que la harán sentirse desoládamente sola en medio de una gran y lujosa cárcel en forma de hogar.

Marian había leído sobre los grandes acantilados de arenisca negra (...) -Son maravillosos -reconoció Marian. Encontraba la vasta y oscura línea costera repelente y aterradora. Nunca había visto una tierra tan exenta de piedad hacia el hombre.

Marian se encontrará con la sorpresa de una alumna que no es una niña. La señora Hannah Crean-Smith, dueña de la lujosa mansión, será su alumna, aunque su dulzura y mansedumbre la convertirán muy pronto en algo más, una compañera y amiga a la que atender y con la que pasar el tiempo para darle la compañía y el cariño que tanto ve anhelar en sus ojos.
La señora Crean-Smith es delicada y hermosa, unas características que despiertan, tanto en el pasado como en el presente, el deseo de más de un hombre. Entre ellos, el de el señor Effingham Cooper, cuyas visitas esporádicas a casa de los vecinos siempre vienen acompañadas de escapadas a casa de Hannah. Unas escapadas donde nuestro "don Juan" le demuestra su fervoroso amor y deseo de huída de ambos para comenzar una nueva vida.
Y todo ello porque todos saben que la señora Hannah no es feliz, su vida sola y apartada de su marido, en continuo viaje ,la hacen desdichada. Una situación de reclusión, de tantos años en soledad y en la compañía de familiares que la custodian más que cuidarla y que tiene su razón de ser, pero Marian tendrá que ir descubriéndolo poco a poco.
Tanto Marian como Effingham caerán en la obsesión de recuperar a Hannah, pero sobre ella gira todo el misterio. Una dulzura natural que esconde un tormento interior, pero amagado por la resignación que se vislumbra en cada sorbo de su vaso de whisky, que siempre la acompaña.
Los familiares y amigos de Hannah que habitan en el castillo de Gaze y que Marian irá conociendo, son tan peculiares como la propia Hannah. Sus distintos cometidos, así como los misterios que esconden les hacen parecer unos personajes tan irreales como los que aparecen en los cuentos de hadas. Guardianes de la princesa encadenada con ataduras mágicas, no visibles al ojo humano pero existentes en forma de amargura.
Marian no es capaz de entender del todo esa extraña relación  de todos con Hannah pero sí siente, desde un principio, un fervoroso deseo de liberarla. Un deseo que aumenta con cada información que va obteniendo en el transcurso de los días, pero que va en contra de todo lo que en esa casa se espera de ella.

Sea lo que sea lo que opine usted sobre su estado de ánimo y su alma, aunque solo crea que le asusta el mundo exterior, o que vive bajo el influjo de la fantasía, o que está medio loca, no le hable de la libertad.

El panorama para Marian se complica a cada momento y la reclusión a la que es sometida Hannah, aún sin entender muy bien si por propia voluntad o por voluntad de sus guardianes, la deciden a actuar y a formar una extraña alianza con el señor Cooper.
El amor, más platónico que pasional, que Effingham dispensa a Hannah le conmoverán para actuar en conjunto con la joven profesora cuya llegada ha revolucionado a los habitantes de esas desoladas tierras.

-No entiendo -concluyó Effingham, desconsolado -Acabo de ofrecerte sacarte de aquí ¿vendrías?
-No, por supuesto que no. Y dentro de un momento te arrepentirás de habérmelo ofrecido, ya te arrepientes. No nos corresponde vivir este tipo de vida, vivir ese tipo de amor.

Un sinfín de historias truculentas entre los personajes saldrán a la luz esclareciendo la mágica realidad del pasado y el presente. Acontecimientos inesperados en un paisaje tan hermoso como aterrador se sucederán... Y Hannah seguirá siendo el centro de atención de la vida de cada uno de ellos. Un objetivo por el que vivir, ya sea por fines amorosos, lucrativos o familiares, todos ellos la necesitan tanto que su obsesión les hace perder la conciencia de la  misma realidad. Una realidad que se presenta demasiado cruel para enfrentarse a ella y, por ello, es mejor dejarse vencer por la irrealidad de ese cuento de hadas que se han formado y con el que viven en una monotonía parecida a la felicidad.

-Entre otras cosas, en cierto modo, no podemos evitar usarla como chivo expiatorio. En cierto modo, esa es su función y reconocerlo supone hacerle un honor. Ella es nuestra representación de la importancia del sufrimiento. Pero debemos verla también como algo real. Y eso nos hará sufrir también a nosotros.

Marian indagará en ese misterioso pasado que relaciona a cada uno de los perosnajes con Hannah, pero ella misma también acabará girando en torno a ella ya que su amor se hará lo suficientemente fuerte como para intentar romper las cadenas imaginarias que la unen a su hogar para liberarla al fin de esa cárcel de fantasía.

Sentía, por encima de todo, como un imperativo categórico, el deseo de liberar a Hannah, de acabar con lo mágico y espeluznante que la rodeaba, de dejar entrar aire fresco; aunque el resultado fuera un sufrimiento espantoso.

La intensidad de la historia nos llevará a un desenlace inesperado donde el concepto de libertad se mide de manera diferente en cada uno de los personajes. Ninguno de nosotros, de ellos, es del todo libre. La libertad que alcanzamos en nuestra vida es la que nos hace sentirnos bien y confortables, pero no se trata de una libertad absoluta en esencia.
Cuando mezclamos la obsesión de una libertad ideal con la magia y lo sobrenatural, aparece este cuento de hadas, donde los hechizos se pueden romper fácilmente y todo lo que nos rodea forma parte de un encantamiento, como si de un unicornio se tratara esperando su destino incierto.

Misteriosa, rocambolesca y enigmática. Una novela que, como bien dice Ignacio Echevarría en el prólogo, haría falta una segunda lectura para ligar captar toda la esencia que se encuentra entre sus páginas.
Desentrañar una obra tan compleja no ha sido tarea fácil y la sensación de discutir el trasfondo o trasfondos de la misma es grande cuando cierras el libro. El Unicornio es una novela de secretos y misterios inacabables... Tantos, como lecturas puedan hacerse de ella.


AUTORA

Dame Jean Iris Murdoch nació en Dublín, en Phibsborough, el 15 de julio de 1919. Su padre, Wills John Hughes Murdoch, provenía de una familia de granjeros presbiterianos de Hillhall, Condado de Down, Irlanda del Norte, y su madre, Irene Alice Richardson, quien fuera educada desde niña para ser cantante, provenía de una familia de clase media de Dublín, perteneciente a la Iglesia Anglicana de Irlanda. Cuando ella apenas tenía unas semanas de vida, los Murdoch se mudaron a Londres, donde el padre había obtenido un puesto en el ministerio de Sanidad. Iris Murdoch estudió en escuelas progresistas: primero en la Froebel Demonstration School, de Londres, y luego en la Badminton School, de Bristol. Con diecinueve años se matriculó en el Somerville College, de Oxford, donde estudió literatura clásica, historia antigua y filosofía. También estudió filosofía como posgraduada en el Newnham College de Cambridge, donde tuvo como maestro a Ludwig Wittgenstein. En 1948 empezó a trabajar como profesora en el St Anne´s College, de Oxford. Escribió su primera novela, Bajo la red (considerada por la revista Time como una de las mejores 100 novelas de la literatura inglesa del XX), en 1954, aunque antes había publicado ensayos sobre filosofía, incluyendo el primer estudio escrito en inglés sobre Jean-Paul Sartre. Dos años más tarde, en 1956, conoció al hombre con quien compartiría su vida, John Bayley, profesor de literatura inglesa y escritor. Su matrimonio duraría cuarenta y tres años, y Bayley la cuidó hasta sus últimos días. Iris Murdoch publicó veinticinco novelas más, entre las que cabe destacar El castillo de arena (1957), La campana (1958), La cabeza cortada (1961), El unicornio (1963), El sueño de Bruno (1969), El príncipe negro (1973, Premio James Tait Black Memorial), Henry y Cato (1976), El mar, el mar (1978, Premio Booker) y El caballero verde (1993). En 1995 comenzó a padecer los devastadores efectos del mal de Alzheimer, que al principio atribuyó a un mero "bloqueo de escritor". En 1997 fue galardonada con el Golden Pen Award por toda su carrera. Falleció a los 79 años, en 1999, y sus cenizas fueron esparcidas por el jardín crematorio de Oxford.



PUNTUACIÓN: 3/5

jueves, 23 de julio de 2015

Un grito de amor desde el centro del mundo

TÍTULO: Un grito de amor desde el centro del mundo

AUTOR: Kyoichi Katayama

EDITORIAL: Alfaguara

NÚMERO DE PÁGINAS: 192

FORMATO: Rústica

FECHA DE PUBLICACIÓN: 2008

SINOPSIS:

Sakutaro y Aki se conocen en la escuela de una ciudad provincial de Japón. Él es un adolescente ingenioso y sarcástico. Ella es inteligente, hermosa y popular. Pronto se convierten en amigos inseparables, hasta que un día, Sakutaro ve a Aki con otros ojos, y la amistad cómplice se transforma en una pasión arrebatadora. Ambos viven una historia capaz de trastocar lo sentidos y borrar las fronteras entre la vida y la muerte.

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De dónde salió este ejemplar es algo que aún desconozco. Imagino que lo "tomaría prestado" de la biblioteca de mi madre, como otros muchos libros, y se quedaría durante unos cuantos años fosilizado en mi estantería hasta que reparé en él.
Su escaso número de páginas y la frase que aparece en la contraportada: "la conmovedora historia de amor que ha enamorado a millones de lectores de todo el mundo", me hizo decidirme a cogerlo como mi siguiente lectura y, la verdad, no fue tan espectacular como había pensado.

Como siempre realizo una pre-conclusión antes del análisis de la historia, he de decir, que estoy cogiéndole un poco de manía a los autores japoneses. Tanto éste como el anterior que leí y reseñé (Tokio Blues) de Murakami, me hace cuestionarme si no tienen todos una predilección un poco catastrófica sobre el amor. Éste siempre aparece directamente relacionado con la muerte, la tristeza y la amargura.
Me gustaría creer que se trata de una ligera coincidencia, pero el hecho me ha producido un poco de resquemor y no me ha dejado disfrutar del todo de la novela.
Un grito de amor desde el centro del mundo es una historia de amor adolescente marcada desde la primera página por la pérdida personal. 
El primero amor es siempre el más intenso o, por lo menos, el que recordamos toda nuestra vida y si, como ocurre en este caso, la persona amada muere, la intensidad del mismo se multiplica hasta límites que la propia razón desconoce.

A mí, una sola muerte me ha despojado de todas mis emociones

Sakutaro y Aki se conocen y se enamoran. Él es un adolescente con las hormonas algo revolucionadas y ella es una hermosa joven con ganas de vivir. Los dos descubren el fascinante momento del primer amor de una manera irresistible y profunda y Sakutaro es el responsable de hacernos ver mediante retrospectivas del pasado, la relación tan intensa que viven los dos desde que se comienza su historia.

Y aquella chica tan hermosa estaba enamorada de mí. De pronto, tuve una horrible certeza. Por más tiempo que viviera, jamás podría esperar una felicidad mayor que la que sentía en aquel momento.

El amor elevado hasta las escalas más altas. Puro y sincero, dueño del universo y destino claro y perfecto para la esperanza de los eternos enamorados.
Sakutaro descubre en su abuelo un gran aliado al que confiar sus sentimientos. Un hombre mayor que se convierte, sin haberlo imaginado, en un reflejo donde descubrir que en la juventud todos tenemos nuestra propia e intensa historia de amor. La del abuelo era un poco novelesca, ya que, a pesar del amor que se procesaban, los caminos de los amantes se separaron y formaron distintas familias, aunque siempre estuvieron enamorados.

-Por lo visto, si no piensas que algún día volverás a reunirte con la persona amada, no puedes consolarte por haberla perdido. Mi abuelo dice que ese es un sentimiento inmortal, vamos, que no cambia a lo largo del tiempo.


El autor ya nos está adentrado en el inconsolable terreno de la muerte, pero vista por los jóvenes como una etapa transitoria por la que hay que pasar para seguir queriéndose sin reservas, por lo que el amor se convierte en algo imperecedero y eterno, más allá de las circunstancias vitales de las personas.
La enfermedad inesperada de Aki ataca inexorablemente y desgaja en pedazos las esperanzas de estos jóvenes que, después de vivir aventuras preciosas y únicas en la vida de dos recién enamorados, se ven envueltos en una realidad que hace mella en ambos, pero con la entereza de sus sentimientos vivos y fuertes para conseguir superar los avatares con la ilusión de su joven amor.
Aki no deja de ser la más sensata, sobre todo en estos momentos de dolor y va descubriendo, conforme la enfermedad la consume, que el amor es algo que vivir con Sakutaro en el presente ya que ese momento será el que perdure eternamente en su corazón.

-¿Sabes? Creo que lo que tenemos en el presente lo comprende todo. Ahí está todo, no falta nada. Por lo tanto, no hay ninguna necesidad de pedir lo que nos falta a Dios ni buscarlo en el otro mundo o en el paraíso. Porque ya existe. Y creo que lo importante es, precisamente, buscarlo -hizo una pausa- Y lo que no existe, aquí y ahora, tampoco existirá después de la muerte. Solo lo que hay aquí y ahora, lo seguimos teniendo después de muertos.

La vida se hace más intensa si cabe en este periodo de agónica espera para los dos amantes. Para Aki es un aprendizaje del poder de la vida y la resignación a su injusto sino por culpa de la leucemia y para Sakutaro es una lucha interna contra la realidad y externa por arañar momentos a la muerte y dejar que el amor sea más fuerte que ella.
Con un desenlace emotivo y una muerte anunciada a la que nos hemos enfrentado desde la primera página, Sakutaro tiene que ver la realidad de un mundo que continúa avanzando sin Aki, pero con la esperanza de tenerla siempre en su corazón y en su alma hasta que él pueda reunirse otra vez con ella en la muerte.

-Ella está muerta. Su cuerpo ha sido incinerado y convertido en cenizas. Las cenizas las esparcí yo con mi propia mano por el desierto rojo. Sin embargo, ella está aquí. Soy incapaz de creer lo contrario. No es una alucinación. No puedo hacer nada contra esa sensación.

Con un final triste pero lleno de esperanza sobre la fuerza del amor como una especie de método de superación de las dificultades a las que la vida nos enfrenta y con la pasión de un enamoramiento lleno de la ternura del comienzo. El autor, nos narra una tragedia, al más puro estilo de Shakespeare, que moverá nuestros sentimientos y nos conmoverá con cada palabra.

Una vida solitaria se hace larga y tediosa. Sin embargo, cuando la compartimos con la persona amada, en un santiamén llegas a la bifurcación donde tienes que decirte adiós.


AUTOR:

Kyoichi Katayama nació en Ehime Prefecture, Japón, en 1959. Inició su trayectoria literaria en 1986, con Kehai, ganadora del Bungakkai Newcomers Award.
Luego siguieron John Lennon o Shinjiru na, Mangetsu no Yoru, Moby Dick ga y Moshimo Watashi ga, Soko ni Irunaraba, pero su novela consagratoria es, sin duda, Un grito de amor en el centro del mundo, que ha vendido en Japón más de tres millones de ejemplares y ha sido traducida en diversos países, convirtiéndose en un gran éxito de ventas. Kyoichi Katayama reside actualmente en Kukuoka.


PUNTUACIÓN: 2,5/5




jueves, 16 de julio de 2015

Las bostonianas

TÍTULO: Las bostonianas

AUTOR: Henry James

EDITORIAL: Seix Barral

NÚMERO DE PÁGINAS: 446

FORMATO: Rústica

FECHA DE PUBLICACIÓN: mayo 1993

SINOPSIS

Las bostonianas (The Bostonians), aparecida hace exactamente cien años, en 1886, es uno de los títulos capitales de Henry James. En torno a un pretexto temático característico de la época -los movimientos sufragistas, en el marco de la sociedad de Boston del último cuarto de siglo XIX-, James dibuja con extraordinaria precisión y sutileza de matices el juego de relaciones entre dos singulares psicologías femeninas. Como siempre en James, la verdadera acción es subterránea: la acción aparente sólo cuenta como escenario donde se desarrolla, en sordina o en segundo término, el verdadero conflicto. Al elevado valor literario del texto se añade su importancia histórica: es uno de los primeros retratos del feminismo en acción, y quizá el primer estudio minucioso de una relación amorosa entre dos mujeres. Este gran clásico de la narrativa en lengua inglesa ha sido brillantemente llevado al cine por James Ivory, con Vanessa Redgrave y Cristopher Reeve en los papeles principales.

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Un nuevo clásico  al que enfrentarme con todo el respeto que exige un autor de la talla de Henry James, al que tenía muchas ganas de leer por primera vez. 
Las bostonianas ha sido todo un descubrimiento por su novedoso argumento. El feminismo en una época en la que era todavía un movimiento por explotar, ya que los derechos de las mujeres estaban todavía muy por debajo de la igualdad deseada.
Dos mujeres y un hombre muy diferentes entre sí serán los protagonistas en el fantástico escenario de la ciudad de Boston. No hay un mejor telón de fondo como la histórica ciudad de Boston, con sus importantes barrios como Cambridge donde se encuentra la prestigiosa Universidad de Harvard y donde vive una de nuestras protagonistas; la cercana bahía de Cape Cod con sus hermosas playas y lugar perfecto de retiro personal y espiritual para muchos bostonianos y sin olvidar los paisajes de la propia ciudad, con sus hermosas casas y calles como Charles o Bacon Street.
Una de nuestras bostonianas  se sitúa en este paraje urbano. Una mujer muy especial, la señorita Olive Chancellor. Señorita porque, a pesar de que ya tiene edad suficiente para contraer matrimonio, ha decidido dedicar su vida a la causa del feminismo.
Sus ideales a favor de la emancipación de la mujer y la lucha por su independencia serán los factores determinantes que han marcado y marcarán su vida y también su soledad.  Sus ideales la apartan del sector masculino por voluntad propia y su alto poder adquisitivo le ayuda a dirigir sus metas feministas a altos grados de la sociedad bostoniana con el objetivo de , sin dejar de ser una mujer altruista, conseguir una unión de todas a su justa causa.
El rechazo que siente hacia el sexo contrario puede incluso volverse visceral ya que lo encuentra como un obstáculo hacia sus intenciones, como le ocurre nada más conocer a Basil Ransom, un primo lejano que desde su encuentro formalizado por ella misma, descubrieron lo incompatibles que podían llegar a ser. 
El señor Basil Ransom no solo no comparte los pensamientos feministas de su prima, sino que los rechaza de manera fulminante, mofándose de ellos de manera irrespetuosa y demostrando, de esta manera, un comportamiento machista arraigado en los hombres del sur.
Estos dos personajes se vuelven, desde ese momento, en enemigos naturales, pero a los dos les unirá algo, o mejor dicho, alguien. Una joven con un don mágico para conquistar los corazones de las personas con su voz. Verena Tarrant es de rasgos delicados y dulzura natural. Su belleza, tanto interior como exterior será la causante de que tanto Ransom como Olive caigan cautivados ante sus encantos de los que ella aún no es consciente.
Sus palabras sobre la lucha por los derechos de la mujer llegarán al corazón de Olive que querrá, desde el primero momento que la ve actuar ante el público, apoderarse de ella para convertirla en el arma ideal para conseguir el éxito necesario en la propagación del feminismo por toda la ciudad de Boston y el resto de América.
Para ello, tendrá que adoptarla como amiga y separarla de su familia, cuya influencia estaba siendo muy negativa para su alzamiento en sociedad. Con escasa preparación y poco tacto social, los Tarrants serán eliminados de la vida de Verena gracias a la influencia de su nueva amiga.

Solo una criatura exquisita había logrado no sucumbir ante semejantes influencias, solo una joven dotada de alguna luz interior, una centella divina de buen gusto.


En esa extraña e interesante relación que se establece entre las dos mujeres, hay un acuerdo tácito pero no explícito. Verena aprenderá de Olive a convertirse en dama y valuarte del feminismo y Olive será su maestra. La joven antenderá cada consejo como verdaderos axiomas y se adaptará al carácter posesivo y pasional de la señorita Chacellor.

Para esas fechas ya Verena sabía cuán especial era su amiga, cuán nerviosa y seria era, cuán personal y exclusiva, qué fuerza de voluntad tenía, qué concentración y firmeza de propósitos. Olive la había raptado en el sentido literal de la frase, como un pájaro en el aire, y la había transportado bajo sus alas poderosas a través del vertiginoso vacío del espacio.

Verena vivirá una época de aprendizaje, pero también de reclusión en la casa de la señorita Chancellor, donde se preparará para dar la cara ante el gran público de Boston cuando llegue el momento.
Pero una joven tan bonita como Verena despierta una irresistible admiración no solo para Olive, sino para más de un joven con pretensiones de matrimonio. Jóvenes abiertos de mente ante la nueva oleada feminista y que ven con buenos ojos a Verena y su trabajo público, para la desgracia de Olive.
Para ella se trata únicamente de fases que la joven debe pasar para conseguir su meta soñada, pero le costará mucho mantener a raya a todos ellos y calmar sus nervios para que Verena pueda centrarse en lo único importante, la lucha por conseguir la igualdad y la emancipación de la mujer.

-Sé que soy dura, tal vez sea cruel, pero debemos ser duras si queremos triunfar. No escuches a esos jóvenes que tratan de embrollarte y de mofarse de ti. No les interesas; no les interesamos. Les interesa solo divertirse y creen que pueden lograrlo por considerar que tienen el derecho del más fuerte. ¿el más fuerte? ¡Yo no estaría tan segura!

Las palabras de su amiga siempre acaban reconduciendo a Verena en sus objetivos, pero un obstáculo con nombre propio se interpondrá entre las bostonianas. Basil Ransom, también cautivado por la belleza de Verena, descubre su sublime voz, aunque las palabras que ésta pronuncia no son para él más que boberías superficiales de una mujer con altas e ilógicas pretensiones de igualdad.
Las diferencias ideologías de la bostoniana y del sureño serán el arma de Olive para conseguir separarlos y, de esa manera, huir de la influencia que Ransom ejerce sobre Verena de manera irracional.
¿Podrá el amor de estas dos mujeres ser más fuerte que el poder del amor entre un hombre y una mujer? La unión de Olive y Verena es auténtica y natural y la señorita Chancellor luchará porque nadie la rompa.

-Usted se puede dar cuenta si observase a la señorita Chancellor cuando Verena se entrega a la elocuencia. Es como si alguien tocara las cuerdas de su corazón. Es una amistad muy íntima y muy hermosa, y nosotras les deseamos todo el bien posible. ¡Ambas trabajarán juntas por una gran causa!

Ransom se dio cuenta desde el principio que no sería una tarea fácil pues, para conseguir su objetivo amoroso, necesitará separar a las bostonianas, comenzando así, una lucha encarnizada contra Olive  por la persona de Verena.
Ella tendrá que elegir entre una vida dedicada a la causa de la mujer y sus derechos frente al hombre o una vida matrimonial alejada de todo por lo que ha estado luchando en los últimos años.
Su decisión será el punto álgido de una novela cargada de sentimientos: influencias, engaños y grandes convicciones, pero también dudas, amor y traición.
Fascinante y conmovedora, odiando y amando a los personajes por partes iguales:
Admiras el caracter fuerte de Olive, pero odias su afán posesivo.
Amas la dulzura de Verena, pero odias su condescendencia.
Odias la actitud machista de sureño de Ransom, pero admiras su perseverancia.
Entre el amor y el odio, la ciudad de Boston se alza como el reflejo de un cambio histórico de una sociedad representada en nuestras bostonianas y las dificultades a las que se enfrentarán para lograr el cambio deseado.



AUTOR: 

Henry James nació en Nueva York en 1843 y muerto en Londres en 1916, es uno de los mayores novelistas modernos. Entre sus obras principales figuran Retrato de una dama (1881), La princesa Casamassima (1886), The spoils of Poynton (1897), Las alas de la paloma (1902), Los embajadores (1903) y La copa dorada (1904).




PUNTUACIÓN: 4,5/5

jueves, 9 de julio de 2015

Divergente

TÍTULO: Divergente

AUTORA: Veronica Roth

EDITORIAL: RBA

NÚMERO DE PÁGINAS: 463

FORMATO: Rústica

FECHA DE PUBLICACIÓN: octubre 2011

SINOPSIS: 

UNA ELECCIÓN que delimita quiénes son tus amigos.
UNA ELECCIÓN que define tus creencias
UNA ELECCIÓN que determina tus lealtades... Para siempre
UNA SOLA ELECCIÓN PUEDE TRANSFORMARTE

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Otra vez la novela juvenil vuelve a incorporarse a mis lecturas. La influencia de mi trabajo con la edición de este tipo de novelas y la colaboración estrecha con blogueros especializados en este género, me despertó el interés por la misma aunque supongo que desde el punto de inflexión que supuso otra saga juvenil de gran éxito como Crepúsculo, la novela juvenil no solo ha resurgido de sus cenizas, sino que es tan llamativa e intemporal como cualquier otro tipo de género literario.
Un factor común a todas ellas es la edad de los protagonistas, cuya juventud hace más fácil la conexión con el lector adolescente.
Yo ya no soy adolescente (ni pretendo volver a serlo), pero las novelas juveniles poseen una serie de factores adicionales, en muchas ocasiones, que las hacen más atractivas. En este caso, un mundo distópico acompaña al argumento haciéndolo mucho más interesante y diferente.
La distopía, para aquellos que nunca hayan oído hablar de este término, es el antónimo de la utopía. Si en esta última, el mundo es algo idílico  y maravilloso con las características del soñado paraíso; en la distopía, el mundo es totalmente adverso y carente de buenas expectativas. Digamos, para entendernos, que el mundo es un terreno hostil donde sobrevivir es complicado sin seguir una serie de reglas o pautas marcadas por otros, una élite por encima de los demás que ostenta el poder de manera dictatorial sin tener el cuenta las necesidades de la sociedad que gobierna.
Ejemplos de novelas distópicas las tenemos en: Un mundo feliz de Aldous Huxley; El gran hermano de Orwell o si nos vamos a un terreno más contemporáneo y adaptado a la novela juvenil, podemos encontrar Los juegos del hambre de  Suzanne Collins o la saga The Giver de Lois Lowry, entre otros muchos.
Todos ellos presentan unas características comunes a Divergente: un futuro apocalíptico donde ya nada es como lo conocemos hoy en día.
Veronica Roth crea ese mundo distópico en la hermosa ciudad de Chicago, aunque la hermosura no tiene cabida en estos momentos. La sociedad se divide en una serie de facciones y cada una de ella tiene una identidad y responsabilidad única que conforma su estilo de vida. Todas ellas forman un conjunto que trabaja en armonía, pero no todos son iguales y no todos se sitúan en alguna de esas facciones. Los que han sido rechazados, los abandonados, son personas al margen de esta sociedad, marginados y repudiados por ella.

Aquí es donde viven los que no tienen facción. Como no lograron completar la iniciación de la facción que habían elegido, viven en la pobreza y hacen el trabajo que nadie quiere hacer: son porteros, obreros de la construcción y basureros; fabrican telas, manejan los trenes y conducen los autobuses. A cambio de su trabajo obtienen comida y ropa, pero, como dice mi madre, menos de la que necesitan.


En un momento de la adolescencia, los hijos deben separarse de sus padres para elegir la facción a la que desean unirse. No es una decisión fácil y, para ello, se les somete a una prueba previa que les ayudará a vislumbrar la facción más acorde con sus instintos primarios. Normalmente, los hijos vuelven con su familia ya que lo normal es que salgan con el instinto de aquella facción donde han vivido toda su vida, pero, hay ocasiones, que la decisión les hace adentrarse en un mundo desconocido y elegir otra totalmente diferente.
Tanto en un caso como en el otro, todos deben pasar un periodo de iniciación en la facción elegida. De la superación o no de ese periodo dependerá enteramente su destino.
Beatrice se encuentra justo en el momento de elegir, al igual que su hermano. Las facciones son tan diferentes entre sí que la hacen dudar entre quedarse en Abnegación con su familia o mirar hacia la valiente Osadía que desde siempre le ha atraído de manera inconsciente.
En esa disyuntiva se debate cuando la prueba acaba dando un resultado extraño. Ninguna de las facciones son concluyentes para ella. Un parámetro anormal que la hace convertirse en una persona peligrosa para el sistema, una divergente.

-Beatrice, no debes compartir esta información con nadie, bajo ninguna circunstancia. Es muy importante (...) La divergencia es extremadamente peligrosa ¿lo entiendes? 
No lo entiendo, ¿por qué iban a ser peligrosos unos resultados no concluyentes?

Ser divergente es algo prohibido y Tris, el diminutivo que elige como muestra de esa diferencia, tiene ahora que tomar una decisión basándose solo en sus instintos para elegir sabiamente alguna de estas cinco facciones:


ABNEGACIÓN. La facción a la que había pertenecido siempre y que se caracteriza por contener, entre sus miembros, a los organismos que rigen el sistema, dado el grado de humildad y altruismo que poseen los componentes de esta sociedad y que les aparta de una manera natural, de la codicia y ambición que conlleva el poder.
ERUDICIÓN. En total desacuerdo con Abnegación por intereses que van más allá de una lucha de clases. Sus amplios conocimientos sobre la ciencia y el mundo les hace arraigar la necesidad de poseer ese control de Abnegación. Una situaciones de inestabilidad comienza a sentirse entre estas dos facciones que les llevará a un futuro incierto.
OSADÍA. El brazo armado, los defensores de los muros que rodean la ciudad de aquellos peligros que en algún momento asolaron la civilización. Una facción formada por valientes y temerarios, pero con los objetivos de defender y proteger, no de servir a dictados de élites... Algo que tendrán que demostrar con el tiempo.
CORDIALIDAD. La alegría y el bienestar por encima de todo, Con la profesión de recolectores más allá de ese muro de contención, los habitantes de Cordialidad viven sumidos en una realidad utópica alejada de las demás facciones y sus problemas.
VERDAD. Sin tapujos ni hipocresías, la sociedad de Verdad son grandes oradores y jueces y maestros en descubrir la mentira con el simple hecho de observar el lenguaje no verbal de la otra persona.


Tris decidirá con el corazón la facción de Osadía y su hermano Erudición dejando a sus padres en Abnegación con gran tristeza para ambas partes. Hay un mundo nuevo por descubrir en esa facción y ella misma se ha convertido en algo diferente a lo que siempre creyó, es divergente y aún no sabe lo que implica ese concepto en ella misma.
La iniciación será peligrosa y dura, pero también tendrá buena compañía, la de otros iniciados que, como ella, se han separado de su facción como Christina, Al y Will, aunque no todos serán amables y comprensivos. La competitividad a la que se tienen que enfrentar en cada prueba pondrá al límite a muchos y sacarán lo peor de cada uno.

La barandilla es estrecha y metálica, y está cubierta por el agua del río, lo que hace que resulte resbaladiza y fría. Aunque Christina sea lo bastante valiente como para quedarse cinco minutos colgada de ella, puede que no consiga sujetarse. O decide quedarse sin facción o se arriesga a morir.

Estas pruebas dictadas por Eric, uno de los instructores, como combates hasta la extenuación, lanzamiento de cuchillos o puntería con armas de fuego. Son las que pondrán a Tris a un paso de la eliminación en esta primera etapa de la iniciación. Pero otro de los instructores, Cuatro, la ayudará a mejorar, aunque de una manera sucinta y arriesgándose ante los demás. 
Una relación extraña comienza entre ellos y confundirá a Tris en un principio, pero será fundamental unir sus fuerzas para conseguir superar la segunda fase de la iniciación. Afrontar los temores más arraigados de cada persona no es fácil para nadie y los simuladores harán que cada uno tenga que enfrentarse a los suyos y superarlos de la manera más valiente posible.
Cuatro descubrirá que Tris no se enfrenta a los suyos de manera lógica, sino siendo consciente de que esas pesadillas no son reales. De esa forma descubre su condición de divergente y del peligro al que se enfrenta.

Cuatro me dijo que borraría la grabación de la rotura del cristal, así que no me quiere muerta. ¿Será divergente? ¿Lo era un miembro de su familia? ¿un amigo? ¿una novia? 

Ocultar un hecho de esas características puede llamar la atención de las grandes esferas, sobre todo cuando una inminente guerra entre facciones está a punto de comenzar...
Es imposible continuar sin desvelar aquellos acontecimientos que cambiarán el rumbo de nuestra protagonista y sus amigos. Tris es divergente y su condición la hace superior, sin saberlo, al resto de sus compañeros. Ahora tendrá que saber utilizar ese poder para cambiar los terribles acontecimientos que se aproximan inexorablemente.
Aventuras y adrenalina; emoción y pasión; pero también sacrificios y rupturas con los límites de la realidad conocida. En este escenario nuestra protagonista deberá sobrevivir y luchar por un mundo mejor, abriendo su realidad de par en par hacia un futuro distinto y misterioso, pero lleno de posibilidades.

Una novela que da comienzo a una trilogía, con una lectura absorbente que engancha desde la primera página y con la posibilidad de ver la película basada en la novela y que refleja fielmente su argumento. Para desconectar a un mundo distinto, vivir una aventura llena de peligros y adentrarse en otra realidad.



AUTORA:

Veronica Roth es la autora de la saga Divergente, formada por Divergente, Insurgente y Leal, que se ha convertido en uno de superventas del New York Times. Actualmente, Veronica es escritora a tiempo completo y reside con su marido cerca de Chicago.


PUNTUACIÓN: 3/5

viernes, 3 de julio de 2015

Los santos inocentes

TÍTULO: Los santos inocentes

AUTOR: Miguel Delibes

EDITORIAL: Booket

FORMATO: Rústica

NÚMERO DE PÁGINAS: 176

FECHA DE PUBLICACIÓN: 1981

SINOPSIS:
 
Los santos inocentes se ha convertido ya en un clásico de nuestros días. Un relato, a un tiempo realista, poético y trágico que contiene algunas de las mejores páginas del gran novelista de Valladolid. La vida en un cortijo, las andanzas del señorito Iván, aficionado a cazar por encima de todo, la dureza de la existencia cotidiana y del sometimiento al amo, y luego los humillados y ofendidos que dan título a la novela, Azarías, Régula, Paco, la adolescente Nieves... Una dramática historia tejida con pequeños incidentes de todos los días contada por la insuperable pluma de Miguel Delibes, que tan bien sabe expresar todos los matices de sus personajes, desde la aspereza hasta la ternura, así como de un paisaje muy querido por el escritor.

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Los santos inocentes, es el segundo libro que leo de Miguel Delibes después de otro gran clásico como es El hereje, y que me bastan para demostrarme la genialidad de este autor como fiel presentador de la sociedad española. Aquellas cuyas penalidades y sufrimientos vienen marcados en gran medida por las circunstancias sociales y culturales que la rodean en una época muy determinada de nuestra historia.

Antes de adentrarme en esta corta pero intensa novela, Los santos inocentes se me materializó en forma de inolvidable película. Una cinta de Mario Camus que me sobrecogió y donde pude apreciar el portentoso talento de unos magistrales Alfredo Landa, en el papel de Paco El Bajo y Francisco Rabal, metido de lleno en el personaje del peculiar Azarías.
La vida rural de esa España castiza donde los señoritos viven en grandes fincas y cortijos y el pueblo llano sobrevive del sustento y la limosna de estos. Esa sociedad cargada de desigualdades y donde todos saben el papel que les toca interpretar, tanto para bien como para mal.
Pero qué pasa cuando las pocas luces de uno de estos pobres desgraciados le hace tan inocente como para ver la realidad desde un punto de vista más igualitario y sencillo, sin castas ni pleitesías. Ahí es donde el conflicto está asegurado y Azarías encarnará ese papel protagonista de pobre héroe inocente, recayendo el peso de un argumento que va más allá de la familia pobre y sirviente y de la familia rica y feudal. 
La verdadera realidad de los hombres es la que se destapa tras la máscara de los convencionalismos.

Si hay una frase que caracteriza a Los santos inocentes es la de "milana bonita". Azarías es un pobre hombre corto de entendederas y con una hermana, Régula, que le intenta hacer la vida todo lo mejor posible que puede ser para ellos debido a su condición de pobres. Su amor por las rapaces es igual que el que demuestra a su sobrina, La Niña Chica, que nació con una gran discapacidad psíquica que la hace totalmente vulnerable y su única forma de comunicación con la realidad es mediante unos sonoros y desgarradores gritos que hacen estremecerse a todos aquellos que la escuchan.

... y, al cabo de un rato, sus pupilas se volvieron hacia la Niña Chica, cuya cabeza se ladeaba, como desarticulada, y sus ojos desleídos se entrecruzaban, y miraban al vacío sin fijarse en nada y el Azarías se agachó, la tomó en sus brazos, se sentó al borde del talud, junto a la tierra removida, la oprimió contra sí y musitó, milana bonita...

Un amor puro en un cuerpo adulto con mente de niño y con una familia cuyo afecto le sacará de más de un apuro con los señoritos terratenientes, ya que Azarías es demasiado sincero y la hipocresía, en estas circunstancias, es,, muchas veces, más beneficiosa en la servidumbre que la propia honestidad.

Paco y Régula son su familia, un matrimonio con una vida dedicada exclusivamente a la servidumbre de los señores de la finca. Ella se encarga de abrir el portón de la entrada cada vez que llega algún coche y Paco, apodado El Bajo, se vale de un don olfativo para servirle de ayuda con la caza al señorito Iván, al que conoce desde que nació.

Le soltaban una perdiz aliquebrada en el monte y él se ponía a cuatro patas y seguía el rastro con su chata nariz pegada al suelo sin una vacilación, como un braco, y andando el tiempo, llegó a distinguir las pistas viejas de las recientes, el rastro del macho del de la hembra

Pero Paco, como el restro de jornaleros, no dejaba de ser un iletrado y al igual que los demás campesinos, se le intentaba educar mediante algo de gramática para que le permitiera firmar documentos o incluso llegar a leer. Los métodos que los señoritos, en ese alarde de generosidad educativa, les ofrecían, no es que fuera muy bueno, pero la ignorancia nos hace muchas veces cabezotas y a Paco y al resto de sus compañeros les costaba entender tantas reglas cuyo único fin parecía solo complicarles la existencia.

La B con la A hace BA, y la C con la A hace ZA y, entonces, el señorito Gabriel y el señorito Lucas les corregían y les desvelaban las trampas, y les decían, pues no, la C con la A hace KA, y la C con la I hace CI y la C con la E hace CE y la C con la O hace KO y los porqueros y los pastores, y los muleros y los gañanes y los guardas se decían como que a los señoritos les gustase embromarnos.


La Régula y Paco, además de la Niña Chica, tenían otros hijos que se encargaban de otros oficios en la casa de la señora Marquesa, pero su juventud y vitalidad les hacían vislumbrar un futuro mejor que el de sus padres y buscarían la fuerza necesaria para alcanzar una vida mejor. Mucho más, cuando ven desde cerca la vida de esa clase superior cuyas debilidades e infelicidades son aún mayores que las que reflejan en público y no les hacen, ni mucho menos, superiores al resto de la gente.
La joven hija de Régula, Nieves, vivirá desde la servidumbre, en la propia casa, las miserias de los ricos cuyas vidas son más pobres que las vidas de aquellos, como su familia, que no tienen nada, dando una imagen de puertas afuera que no tiene nada que ver con la triste realidad de puertas adentro.

La señora es buena para los pobres, decían contemplando la moneda en la palma de la mano, y, al atardecer, juntaban los alaridos en la corralada y asaban un cabrito y lo regaban con vino y en seguida cundía la excitación y el entusiasmo y que Viva la señora Marquesa! y qué viva por muchos años! y, como es de rigor, todos terminaban un poco templados.

En estas vidas tan opuestas y a la vez tan entrelazadas, un accidente marcará el punto de inflexión en esta historia. Cuando Paco, en una cacería con el impetuoso y arrogante señorito Iván, acaba cayendo de un árbol y rompiéndose un hueso de la pierna. 
Las dificultades que este accidente le causa para asumir las funciones que el señorito le exige, serán un contratiempo para este último muy difícil de asumir e intentará, tozuda y egoístamente, conseguir que Paco vuelva a servirle de rastreador para valerse de su notable don a costa del calvario que sufre el pobre Paco y el resto de su familia.
La bondad de Paco le llevará a una situación extrema en la que elegir entre la lealtad incondicional hacia su señor o la lógica de mirar por su salud.

Más lo siento yo, más lo siento yo, mentira podrida, el hombre es voluntad, Paco, coño, que no quieres entenderlo y, donde no hay voluntad, no hay hombre, Paco, desengáñate, que has de esforzarte aunque te duela, si no no harás nunca nada de ti, te quedará inútil para los restos, ¿oyes?

La arenga del señorito, egoísta y ruin, hacia Paco, le llevará a un destino inesperado que el lector tendrá que descubrir para experimentar todos los sentimientos de rabia, impotencia, venganza y dolor que sufren nuestros personajes haciéndolos más vivos que nunca y terminando con el amargo sabor que deja, a veces, la realidad de nuestra historia y que es importante conocer para poder cambiarla para siempre.

La obra de Delibes  se convierte, de esta manera, en todo un clásico de la literatura española. Una puerta hacia el pasado de una España vasalla y pobre, de una sociedad dividida en castas y sumida en los extremos de la pobreza y de la riqueza. Unas desigualdades que desaparecen en la imagen de Azarías cuyo destino será el detonante de un cambio hacia un mundo más justo o eso, creo, pretendió mostrarnos su autor. 

Este ejemplar de Los santos inocentes llegó a mis manos en una calle de Oviedo. Una iniciativa del famoso bookcrossing que hizo que lo cogiera para su lectura y que volveré a soltar, ahora en las calles de Madrid, para que otro lector pueda disfrutar de sus páginas y de la magia de una historia sobrecogedora y dramática por un lado, pero valiente y humilde por otra. Para que siga su camino como la milana bonita de Azarías.


AUTOR:

Miguel Delibes nació en Valladolid en 1920. Se dio a conocer como novelista con La sombra del ciprés es alargada, Premio Nadal 1947. Su extensa obra literaria le ha valido numerosos galardones, entre ellos el Nacional de Literatura (1955), el de la Crítica (1962), el Premio Nacional de las Letras (1991), el Premio Cervantes de Literatura (1993). En 1973 fue elegido miembro de la Real Academia. Sus últimos libros publicados son Señora de rojo sobre fondo gris, El último coto, Diario de un jubilado, He dicho, Castilla como problema y El hereje, por el que recibió el Premio Nacional de Narrativa 1999.


PUNTUACIÓN: 3,5/5