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domingo, 9 de octubre de 2016

El último día de Terranova

TÍTULO: El último día de Terranova

AUTOR: Manuel Rivas

EDITORIAL: Alfaguara

FORMATO: Rústica

NÚMERO DE PÁGINAS: 275

FECHA DE PUBLICACIÓN: noviembre 2015

SINOPSIS:

La vida de Vicenzo Fontana está a punto de entrar en Liquidación Final cuando su librería se ve asediada por la codicia implacable de los especuladores inmobiliarios.
Es el año 2014 y Terranova corre peligro de desaparecer tras más de sesenta años de resistencia ante los temporales más duros de la historia. Décadas en las que, dirigida primero por sus padres -Amaro y Comba- y por su tío Eliseo, y luego por él, fue siempre refugio para disidentes, perseguidos, libros prohibidos y contrabandistas de cultura. Un territorio de la memoria con una geografía propia, un sitio donde el exilio nunca ocurrió.

Aunque Terranova fue su hogar, Vicenzo, que arrastra en la vejez las secuelas de una enfermedad infantil, se rebela en su juventud contra los libros. Alejado del ambiente familiar, conoce en Madrid a Garúa, una enigmática chica argentina con la que regresa a Terranova a finales de 1975. Es entonces cuando aprende de los libros todo lo importante, aquello que su familia siempre supo: cómo fingen, cómo ayudan, cómo enseñan a amar, cómo acompañan y cómo salvan.

El último día de Terranova es el relato de una lucha silenciosa contra la barbarie. Con la sensibilidad y el dominio del lenguaje que caracterizan su narrativa, Manuel Rivas construye una emocionante historia protagonizada por seres al tiempo valerosos y vulnerables, cuya vida es la suma de todo lo que cuentan, lo que imaginan y lo que jamás llegan a decir.

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Manuel Rivas es uno de los grandes escritores de reconocido prestigio del panorama literario actual. Aparte de algún artículo suelto en diarios, no había tenido oportunidad de adentrarme en su universo literario, a pesar de tener en su haber novelas de la talla de El lápiz del carpintero, entre otras.

El último día de Terranova me llamó la atención, en primer lugar, por su temática. La historia de una librería en sus últimos retazos de vida. Con una liquidación en ciernes debido a la implacable usurpación de la especulación urbanística, Terranova no deja de ser un pequeño reducto del romanticismo más trágico que viven actualmente muchos establecimientos con este mismo oficio.

Valientes santuarios del saber que siguen su periplo a duras penas, luchando contra las adversidades de un presente que les da la espalda, pero con toda la fuerza de los principios más clásicos que las hacen navegar a contracorriente, con la esperanza de llegar a buen puerto.

Abnegada y acérrima defensora del libro, mi interés por esta obra es retratado nada más leer esta especie de apología que Manuel Rivas realiza de estos espacios, territorios obsoletos pero cargados de magia. Las librerías.

Todas ellas se encuentran en esta novela reflejadas en un solo nombre, Terranova, cuyo final se encuentra cerca y su historia, tanto pasada, presente, como la su desolador destino futuro, la iremos descubriendo conforme avancemos en sus páginas.

Pero Terranova esconde más detrás de sus estanterías llenas de libros. La historia que cuentan sus paredes es la historia de su ubicación, Galicia y, sobre todo, la historia de sus propietarios. Una familia marcada por la época que les tocó vivir y donde los libros harán siempre de protagonistas.

Vicenzo Fontana será nuestro particular Cicerón en esta historia. Es al que le toca pasar por este desafortunado trance de cerrar lo más preciado que tiene. La especulación inmobiliaria y los interés monetarios de aquellos que, anclados en este perverso sistema, no ven más allá de sus propios beneficios


Sitúese en la realidad, Fontana, dijo Old Nick paternal. A mí también me duele el cierre de una librería como Terranova. Pero ya ha perdido el tren. Estamos en otro tiempo. Ahorrémonos el drama, el escándalo de que lo saquen a la fuerza ¿Por qué no se va a la aldea? se merece una vida tranquila.


Estos factores son corrosivos y hacen más daño si cabe a un Vicenzo que ve como el legado de su familia, después de décadas de lucha,  va a caer en manos de esa injusticia contra la que han peleado tanto tiempo.

Con saltos temporales sobre el presente y el pasado de nuestro personaje, Manuel Rivas nos presenta a todos aquellos que hicieron de Terranova algo más que una simple librería. Un lugar donde aprender, conocer y descubrir más mundos, donde ver la vida con diferentes perspectivas, sin miedo a lo desconocido, sin censuras ni cortapisas y con la libertad como bandera universal.

Los padres de Vicenzo fueron los primeros en enarbolar esa bandera. Amaro y Comba, junto con su querido tío Eliseo. Ellos y la joven Garúa, esa chica argentina que le tocó el corazón y le hacía sonreír con la misma facilidad con la que ella montaba en bici cargada con un fardo lleno de libros de Terranova.

Cada uno de estos personajes, así como tantos otros que pasan por la vida de Vicenzo, forman una parte fundamental de su corazón y todos se encuentran presentes en Terranova aunque ya no estén en la actualidad.

Rincones mágicos como la "Cámara Estenopeica" donde su padre pasaba la horas. Un hombre reservado y enigmático que, en momentos oportunos, se convertía en Polytropos, ese sabio estudioso de la Odisea capaz de embelesar con su dialéctica a todo aquel que se acercaba por su librería.


Amaro, en la Universidad, era ya conocido por su pasión por la Odisea. Le habían dado el título honorífico de "El hombre que más sabe de Ulises", No sin ironía, pues no disimulaba su saber. Como Ulises, tenía el vicio de hablar. Le gustaba más que el vino. Mientras los demás bebían, él disfrutaba narrando.


Su tío Eliseo y esas historias donde la realidad y la ficción se mezclaban por momentos y que tanto le ayudó a superar en la infancia los avatares de la poliomielitis. Una enfermedad que le tuvo encerrado en un pulmón de acero y donde aprendió a ver la vida a través de un pequeño espejo retrovisor.

La vida de una librería marcada por la dictadura que tanto daño hizo a la cultura y a los libros, pero donde Terranova sobrevivió a duras penas, defendiendo el saber prohibido de manera clandestina. Esos libros censurados y escondidos a posibles registros y que procedían de todos los lugares del mundo, desde el Nuevo Continente hasta el Antiguo, pasando por la vecina Portugal.


Así que el hijo de Amaro Fontana, ¿eh?. El hijo de Terranova. Porque aquí, entre nosotros, lo llamamos así, sin más, Terranova. El comisario anterior, aún andará por ahí el viejo, lo apodaba Polytropos. Por astuto, decía, el de las mil mañas. Astuto tiene que ser. El mayor abastecedor de libros prohibidos de Galicia.


La joven Garúa, que aparece en la vida de Vicenzo de la forma más romántica posible, con un libro como "culpable" de su encuentro. Ella también llega a habitar  en Terranova. Su vida, también marcada por la convulsa historia de Argentina, se vuelve tan importante para nuestro protagonista como la suya propia y la de su familia tanto humana como animal que mora entre las paredes de Terranova.


Tenemos que protegerla Vicenzo. Esta joven está llena de almas. Por algo llegó a Terranova.


Historias sobre la vida, la muerte y la supervivencia, no solo de una librería, sino de las personas que aparecen en ella para darle sentido.
Una historia donde el lector tendrá que descubrir qué ocurrirá finalmente con esta trágica liquidación, pero con la garantía de estar siempre bien guiado por la luz que Rivas nos ofrece en forma de faro. Ese faro gallego que busca " A ver quién anda por la Línea del Horizonte".


AUTOR

Manuel Rivas nació en A Coruña. Desde muy joven trabajó en prensa y sus reportajes y artículos están reunidos en El periodismo es un cuento (Alfaguara, 1997 y 2015), Mujer en el baño (Alfaguara, 2003) y A cuerpo abierto (Alfaguara 2008). Una muestra de su poesía está recogida en la antología El pueblo de la noche (Alfaguara, 1997) y La desaparición de la nieve (Alfaguara, 2009). Como narrador obtuvo, entre otros, el Premio de la Crítica española por Un millón de vacas (1990), el Premio de la Crítica en Gallego por En salvaje compañía (Alfaguara, 1994), el Premio Nacional de Narrativa por ¿Qué me quieres, amor? (Alfaguara, 1996), el Premio de la Crítica española por El lápiz del carpintero (Alfaguara, 1998) y el Premio Nacional de la Crítica en Gallego por Los libros arden mal (Alfaguara, 2006), considerada como una de las grandes obras de la literatura gallega y elegida Libro del Año por los Libreros de Madrid. En 2012, Alfaguara publicó sus cuentos reunidos bajo el título Lo más extraño. Sus últimos libros publicados son la novela Todo es silencio (Alfaguara, 2010), finalista del Premio Dashiell Hammett de novela negra y llevada al cien en 2012 por José Luis Cuerda, la narración autobiográfica Las voces bajas (Alfaguara, 2012), el libro de viaje a la India Vicente Ferrer. Rumbo a las estrellas, con dificultades (2013) y el libro de poemas A boca da terra (2015).


PUNTUACIÓN: 3/5

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