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jueves, 4 de junio de 2015

El jardín secreto

TÍTULO: El jardín secreto

AUTORA: Frances Hodgson Burnett

EDITORIAL: Everest


NÚMERO DE PÁGINAS: 419

FORMATO: Rústica

FECHA DE PUBLICACIÓN: 2013

SINOPSIS:

Mary, a la muerte de sus padres, es enviada de India a Reino Unido para que un tío suyo, el señor Craven, viudo y con un hijo discapacitado y caprichoso, se ocupe de ella. La mansión en la que viven en Yorkshire es un hogar de desasosiego y de ambiente irrespirable. Pero Mary y sus nuevos amigos: su primo, un amigo ingenuo y defensor de los animales, un petirrojo y un zorro, transformarán este lúgubre ambiente, afianzando en el camino una sólida amistad que cambiará el curso de sus vidas.


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Supongo que será la primera y última reseña que realice sobre una novela de editorial Everest dadas las circunstancias en las que se encuentra esta empresa en la actualidad y que, desgraciadamente, me toca de lleno.
Por esa razón, haré un pequeño homenaje con esta novela a Everest, lo que ha sido y lo que fue tanto para la literatura como para sus lectores.
No conocía a esta autora ni este libro, aunque es todo un clásico de la literatura infantil.  Podemos decir que "El jardín secreto" es una novela infantil pero con unos componentes muy actuales y maduros. En ningún momento su sencillez resulta aburrida y sus protagonistas realizan una evolución sorprendente como personajes, totalmente similar a cualquier novela dirigida a un público más adulto.


La autora utiliza dos elementos muy importantes como claves para el argumento de su obra: por un lado los niños, verdaderos protagonistas que, como hemos señalado anteriormente, son los que, con su propio desarrollo  personal, marcan el ritmo de la novela. En segundo lugar, pero no menos importante, la naturaleza, ya sea en forma de jardín secreto, o de vasto páramo. La naturaleza en el resurgir de la vida en primavera o en los azotes a la tierra en la tempestad más tormentosa. 
Estos dos elementos se complementan e intercalan continuamente consiguiendo la armonía necesaria para hacer de la obra algo delicado y precioso.
Mary es nuestra pequeña protagonista. Una niña de diez años cuya existencia en un país tan exótico como la India, la han colmado de todo aquello que ha querido, pero no de lo único que necesitaba, el cariño y amor de sus padres. Esta ausencia de afecto la convierten en una pequeña caprichosa, mimada y malcriada. Pero las circunstancias a veces fatídicas de la vida, la llevarán en un largo camino hacia los campos de Yorkshire en Inglaterra, a la mansión de su tío Archibald Craven. Misselthwaite Manor será su hogar, un lugar que la cambiará para siempre.

En la India se había sentido siempre demasiado acalorada y demasiado lánguida y débil para interesarse por nada, pero en este lugar estaba empezando a interesarse y a querer hacer nuevas cosas.

Su carácter irá cambiando y suavizándose conforme pasan los días y va disfrutando del aire libre más allá de los muros de esa cárcel hecha mansión. La niña enjuta y antipática se irá convirtiendo en sana y llena de energía y en ese cambio le ayudará un nuevo amigo, Dickon.
Dickon es un niño especial. A sus doce años, ha vivido siempre en el páramo con su gran familia llena de hermanitos y rodeado de la naturaleza en estado puro y del reino animal que habita sus parajes. Dickon acaba siendo uno más dentro de ese paisaje y la complicidad que mantiene con la naturaleza y los animales que le rodean es sorprendente para todos aquellos que se acercan a él sin conocerle, como un pequeño pero sabio encantador de animales.

-No hay nada más bonito que el aroma de la tierra buena y limpia, como no sea el aroma de las cosas frescas cuando florecen y cuando les ha caído lluvia. Yo salgo y me voy al páramo muchas veces cuando llueve y me acuesto bajo un arbusto y escucho el dulce ruido de las gotas sobre el brezo, y lo huelo. Dice mi madre que mi nariz se agita como los conejos.

La naturaleza, como ya comentamos, juega un papel fundamental y será, un pequeño petirrojo quien ayudará a Mary a descubrir el camino hacia el jardín secreto y que, sin dudarlo, no tardará mucho en enseñárselo a su nuevo amigo Dickon.

-Si el jardín fuera secreto y pudiéramos meternos en él, podríamos ver crecer las cosas cada día, y ver cuántos rosales están vivos ¿No lo ves? Oh, ¿no ves que será mucho más bonito si todo fuera secreto?

Y de esa forma comienza la gran aventura de estos dos amigos. Con el fin de hacer renacer un jardín abandonado y oculto de manera deliberada y que guarda un secreto triste que aún está por descubrir. Tendrán que esconder su secreto mientras cada día van mejorando y reviviendo las flores y plantas que habitan en ese lugar tan especial a la espera de una maravillosa primavera que haga resurgirlas en todo su esplendor.
Pero  Mary pronto descubrirá que en la enorme mansión en la que se encuentra, hay una persona muy especial que, sin saberlo todavía, necesitará de todo su cariño para volver a ser el niño que debería ser. Hablamos del señorito Colin, el hijo del señor Craven y, por tanto, primo de nuestra protagonista.
Entre los inmensos pasillos y habitaciones de la mansión, Colin se encuentra escondido sin querer ver a nadie. Su "enfermedad" le hace estar postrado en la cama a pesar de su corta edad y también le ha convertido en una versión masculina de Mary cuando vivía en la India, caprichoso y antipático con todos los que están a su alrededor.

Si alguna vez hubiera tenido alguien con quien hablar de sus terrores secretos, si alguna vez se hubiera atrevido a hacer preguntas, si hubiera tenido compañeros infantiles en vez de vivir acostado en esta enorme casa cerrada, respirando una atmósfera cargada con los temores de gentes que eran en su mayoría ignorantes y que estaban cansados de él, hubiera podido averiguar que la mayor parte de su enfermedad y de su temor estaban creados por el mismo.

Mary ayudará a Colin a salir de ese letargo producido por él mismo e incrementado por la ausencia de su padre que, a pesar de todo su cariño, no ha sido capaz de enfrentarse al fruto de su amor por su joven esposa fallecida.
Ahora será Colin, con la ayuda de Mary y Dickon quien intentará mejorar para demostrarle a todos lo equivocados que estaban en su juicio sobre su estado físico y al igual que la primavera hará brotar nueva vida de la tierra del jardín secreto, Colin volverá a sentirse vivo y fuerte de nuevo.
Las plantas, las flores, el aroma del rocío, los rosales floreciendo. Cada palabra de la autora nos lleva a ese precioso jardín secreto y nos hace sospechar sobre su amor en la realidad de su vida, por estos seres vivos que tan bien parece conocer.

Iris y azucenas blancas salían de la hierba en gavillas y los nichos de siemprevivas estaban llenos de un ejército de floridas lanzas azules y blancas de los altos delfinios o de las pajarillas o de las campánulas.

La vida, el amor, la naturaleza y la amistad enmarcan esta obra creada con los mejores ingredientes para hacer de esta novela infantil algo mágico y perdurable en el tiempo.

La magia siempre esta empujando, tirando y haciendo cosas de la nada. Todo está hecho de magia, la hojas y los árboles, las flores y los pájaros, los tejones y las zorras y las ardillas y la gente. Así que tiene que estar en todo lo que nos rodea. En este jardín, en todos los sitios.


AUTORA

Frances Hodgson Burnett nació el 24 de noviembre de 1849 en Manchester, Inglaterra. La infancia y la juventud las vivió en Inglaterra pero tras la muerte de su padre y la ruina del negocio familiar, emigró a EEUU. en 1865. Como medio para ganarse la vida empezó escribiendo poemas y relatos cortos. En 1877 escribía su primera novela, That Lass O´Lowrie´s. Con la publicación en 1886 de El pequeño lord se dio a conocer como autora de libros infantiles. Sin embargo, el éxito no llegaría hasta la publicación de La princesita en 1905 y El jardín secreto en 1910, completando así su trilogía para niños. 
Su vida no fue un camino de rosas: se divorció dos veces, de los dos hijos que tuvo perdió al primogénito. Se dedicó, aparte de la literatura, a la jardinería, el espiritismo y a la teosofía. Murió en 1924.
El jardín secreto es considerada una de las mejores obras de la literatura infantil. Una metáfora de la vida, un jardín lleno de símbolos como la muerte, la vida, la salud, la enfermedad, la alegría. Es, sin lugar a duda, un libro que deslumbra y conmueve.


PUNTUACIÓN: 3/5

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